jueves, 12 de abril de 2012

"Juguemos con la vida mientras la muerte no está".



El origen de la obra…

La escritura de Ataúd nace a partir de una serie de imágenes visuales que se me fueron presentando y a las cuales decidí “buscarles un marco”, recorriendo esa especie de camino inverso comienzo de la escritura por la vía de una idea o de un objetivo concreto que el argentino Ricardo Halac diferencia muy acertadamente en su libro “Escribir Teatro”. A pesar de este punto de partida más “onírico” o “inconciente” y para nada premeditado, no se puede irremediablemente en mi opinión escribir  una obra que verse en su gran mayoría sobre la muerte sin desarrollar por el camino intereses particulares sobre determinados temas y sobre todo sin plantearse uno una multitud de interrogantes.

Entre los temas que se me cruzaron en el camino figuran en primer lugar algunos como: nuestras “convenciones” o “ritos” sociales ante la muerte; el ritual del velorio; el concepto de luto; el respeto “post-mortem” ; las diferentes formas de morir; la eutanasia; entre otros. En cuanto a las preguntas que encontré acompañándome en el camino puedo citar fácilmente las incontestables “¿Porqué morimos?” y “¿Qué pasa después de la muerte?” como ejemplos de las más clásicas. Algunas de corte más psicológico como “¿Porqué nos es más difícil odiar a un muerto que a una persona viva?”.  Incluso alguna simple duda, banal y estupida como “¿Entierran a los ancianos con sus dientes postizos?”.

Hoy con el texto terminado soy conciente de que de todos los temas que se me presentaron la obra no ahonda en ninguno y que por el lado de las interrogantes no es más prometedor el panorama ya que, como era de esperarse, la obra ni siquiera pretende dar respuesta a ninguna de ellas. De hecho, a lo largo de la obra los varios y talvez demasiados temas, se tocan de forma tangencial, nunca de forma directa, ni mucho menos profunda. Mientras que las preguntas ni siquiera son formuladas “en voz alta” sino de una forma solapada, “sarcástica” podría decirse.  Aun así, en esta aparente debilidad es donde yo creo que estriba el valor que pueda tener la pieza en lo literario. Ataúd es una obra negra. Donde, dependiendo del “canon” moral con el que se la mire, el humor puede ser irreverente, intolerable y/o incluso repulsivo y el drama frío, descontextualizado y/o insuficiente. Aún así la considero sinceramente una obra que sobre todo no es indiferente a si misma. Personalmente disfrute mucho escribiéndola; reflexionando sobre la muerte y planteándome preguntas cuyas respuestas no llegarían. Y he llegado a la conclusión de que, exceptuando a algunos hombres y mujeres que viven lamentablemente (¿o no?) rodeados por la muerte, el resto de nosotros constantemente evitamos evocarla de forma reflexiva y la desterramos todo lo posible de nuestros pensamientos dejando el enfrentamiento para cuando “ella” venga a por alguno de nuestros seres queridos o a plantarnos cara directamente a nosotros. Pero, quien sabe, talvez durante estos momento estamos demasiado dolidos para desarrollar un pensamiento objetivo sobre ella. De esta forma podría decirse que mi objetivo, prácticamente a posteriori, casi sobre el final de la escritura se había revelado o convertido soslayadamente en escribir un texto que pusiera la muerte sobre el tablero, un texto que acercase al espectador a ese “ignoto país que es la muerte” para que dispute con está un pequeño “partido amistoso” en el terreno de las ideas.

José Pagano
(Autor y director de Ataúd)


miércoles, 11 de abril de 2012

Leitmotiv

Este blog esta destinado a funcionar como un medio de intercambio de información tanto como plataforma de difusión y registro de actividad, de la obra "Ataúd" del autor y director José Pagano. Puesta en escena por el grupo Canovacci's Teatro, producida por Coralia Prod. y con las actuaciones de Giovanni Giannino, Valentina Maceda, Thamara Martínez, Natalia Sogbe, Gastón Torello, Guillermo Villarrubi, Andres Falciola y Pablo Falcón. A estrenar en junio 2012, sala Millington Drake, Teatro del Anglo.